La Esquina del Código
Un blog de Carlos Reyes Web
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¿Cómo empezar a programar? Te cuento mi experiencia

Yep, no leíste mal. Sé que suena cliché hablar de este tema por enésima vez en un blog, pero créeme si te digo que esta vez es personal: te hablaré desde mi experiencia como profesional en el área de la programación desde hace tres años. Mi intención es ayudarte a esclarecer cualquier duda que tengas sobre cómo empezar a programar, a través de mi carrera y mis vivencias como programador en este lapso de tiempo que ha marcado mi vida y, cómo no, resumirlo en cuatro pasos clave para que puedas seguirlos con facilidad. ¡Comencemos!

Consigue una computadora

Recuerdo que cuando mi curiosidad por la programación se despertó, todo lo que tenía a mi alcance era un par de cuadernos y mi teléfono, pues había vendido mi laptop unos cuantos meses atrás. Por ende, solía utilizar la computadora de mi pareja para practicar lo poco que aprendía a través del móvil.

El siguiente objetivo era claro: debía prepararme y trabajar lo suficiente como para recuperar una nueva laptop personal que me permitiese continuar. Sabía que con el teléfono no podía hacer más que mirar tutoriales y leer documentaciones; era consciente de que, para poder empezar a programar, lo mejor era tener una computadora propia que me permitiera escribir código por horas. Por esa razón no escatimé en mi primera adquisición, y compré un portátil que se ajustó a mi presupuesto y necesidades.

¿El resultado? Estoy escribiendo este párrafo hoy por hoy gracias a esa decisión, entre otros factores. Si no hubiese contado con la laptop de mi pareja y su apoyo, no hubiese podido empezar. Si no hubiese considerado la idea de invertir en mi herramienta de trabajo futuro, no hubiese podido continuar.

Una laptop otorgada por el gobierno venezolano con adaptaciones y una ventana de código abierta.

Ahora te animo a hacer lo mismo: consigue un computador con un teclado y pantalla en buenas condiciones, no importa qué tan obsoleto o lento esté, si es prestada o si es tuya. Luego, dedícale tiempo a convertirla en tu herramienta principal, hazla parte de tu proceso de desarrollo y más temprano que tarde estarás desarrollando tus propios proyectos.

Explora las ramas de la programación

Cuando empecé mi camino, tuve que sentarme a entender qué es realmente programar, por qué parecía tan difícil y en qué campos aplicaba. Y es que normalmente nos referimos a la idea de programar como una actividad mecánica -la de escribir código-, pero poco se habla en los espacios públicos de las numerosas posibilidades que trae consigo.

Sucede que programar es resolver problemas utilizando algoritmos, y esos problemas pueden provenir de casi cualquier otra industria que esté, o no, relacionada con el desarrollo del software y la tecnología. Esto ramifica nuestra industria en áreas de interés que, a su vez, están compuestas de especialidades para cada tipo de problema a resolver.

Hoy en día, podemos resumir las ramas de la programación como sigue:

Tómate el tiempo de investigar con detenimiento cada una de estas ramas, sus aplicaciones, su complejidad, sus especialidades, su rentabilidad, y escoge la que más te guste. El mundo de la programación está lleno de conocimiento y novedades, por lo que nunca te faltarán fuentes de información para descubrir lo que te apasiona.

Construye o encuentra una ruta de aprendizaje

Ahora que ya conoces las ramas más generales de la programación, es momento de investigar qué tecnologías, conceptos y fundamentos están relacionados con esa especialidad que llamó tu atención. Haces una búsqueda rápida y ¡pum! te encuentras con un montón de información dispersa. ¿Qué puedes hacer al respecto?

Yo empecé a programar porque quería adaptar un juego de cartas regional a su versión digital. Descubrí que Python era un lenguaje de programación con una curva de aprendizaje muy amigable… y luego me percaté de que quizás no estaba estudiando lo que necesitaba para lograr mi objetivo. Entonces conocí el desarrollo web: amor a primera vista. Tenía todo lo que quería para continuar, pero debía aprender nuevos lenguajes, nuevas técnicas y otros fundamentos radicalmente distintos a los que ya conocía. Tuve que cambiar de rumbo a mitad de camino.

Tener una curva de aprendizaje inestable es parte natural de cualquier proceso autodidacta. Pasé por ahí, pero pude haberlo mitigado si desde el principio hubiese seguido una guía, una carrera con niveles por alcanzar. Mi siguiente consejo es, por tanto, que encuentres una ruta de aprendizaje cómoda y alineada con tus objetivos, y si no encuentras ninguna, puedes optar por construirla, agregando todos tus intereses y organizándolos por prioridad.

Las fuentes que utilices para cada tramo de tu ruta dependerán de tu método de aprendizaje favorito. Hay muchísimos cursos, documentaciones y tutoriales tanto gratuitos como pagos que puedes utilizar a favor durante el proceso. Pero eso sí, ¡nunca omitas los fundamentos!

Como recomendación personal, puedes visitar roadmap.sh, una página que contiene rutas de aprendizaje recomendadas para algunas de las ramas de programación que mencioné anteriormente. ¡Echa un vistazo!

Crea proyectos

No importa qué tan talentoso puedas llegar a ser, la práctica hace al maestro. Poner en práctica tus conocimientos te ayudará a reforzarlos y a encontrar mejores formas de implementarlos y, para un programador, la mejor forma de practicar es a través del desarrollo de proyectos completos.

Mi primer proyecto, al igual que el de muchos, fue construir un sitio web personal en el que pudiera hablar un poco sobre mí. Cuando estudié HTML, hice la estructura de contenido de la página principal. Luego, mientras tomaba las clases del curso de CSS, comencé a pintar y definir la identidad visual del proyecto entero y después, cuando aprendí JavaScript, no tuve reparo en agregar botones que desplegaban menús interactivos.

Pruébalo tú mismo: por cada cosa nueva que aprendas, ponlo en práctica de inmediato a través de un proyecto ideado por ti. Tampoco tiene por qué ser complejo ni millonario; solo basta con aplicar tu conocimiento en una funcionalidad que lo requiera y la satisfacción de hacer que funcione no tardará en llegar.

¿Te animas a empezar a programar ahora que ya tienes más contexto? Házmelo saber en los comentarios más abajo.

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